Alex Legba
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12 Oct
CocoWash: entre lo nostálgico y lo despreocupado

En “No Puedo Creerlo”, el artista argentino CocoWash se sumerge en un punto medio donde la nostalgia y la calma se mezclan con un aire de fiesta tempranera. La canción, parte del EP Doki Oki, respira un funk suave impulsado por sintetizadores luminosos y un pulso rítmico que invita a moverse sin perder la mirada introspectiva. Es una invitación a dejar que el cuerpo flote mientras la mente sigue procesando algo que no termina de entender del todo. Hay una ligereza fingida y terapéutica, en la forma en que la melodía se abre paso entre beats que parecen pensados para disimular la melancolía.

Julián —la mente detrás del proyecto— juega con la ironía emocional que caracteriza su obra: habla de lo que duele, pero lo hace bailando. El uso del autotune, lejos de buscar perfección, funciona como un efecto estético que acentúa la dualidad del tema: lo artificial y lo humano, lo que se dice y lo que se intenta ocultar detrás de una sonrisa. Esa decisión estética convierte la voz en un filtro emocional; no busca esconder la vulnerabilidad, sino exhibirla en una frecuencia diferente, como si el sentimiento se tradujera en distorsión.


“No Puedo Creerlo” podría sonar mientras el sol apenas se asoma y la pista todavía está medio vacía. Tiene ese encanto sutil de las canciones que no buscan epatar, sino acompañar. Es la música que suena mientras uno decide si quedarse un rato más o dejar que la noche termine. En su aparente ligereza hay un eco de algo más profundo: el deseo de pasarla bien, aunque el corazón todavía esté procesando algo que no termina de sanar. En ese equilibrio entre lo íntimo y lo bailable, CocoWash reafirma lo que ya dejaba entrever en Doki Oki: su capacidad para encontrar belleza en los márgenes de la emoción, ahí donde el ritmo y la tristeza aprenden a convivir.

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