Siendo actualmente la banda más influyente de la escena oscura nacional, La bande son imaginaire visitó tierras Jaliscienses el pasado sábado 12 de Julio, su extraordinario concierto tuvo lugar en el C3 Stage, con un gran número de asistentes por demás emocionados por presenciar en vivo el maravilloso show de estos grandes artistas originarios de Oaxaca.
Entre penumbra, una atmósfera oscura y una intro musical dramática, como si de un film del antiguo cine mexicano se tratase, aparecieron en escena los 3 integrantes, enfatizando la teatralidad que los distingue de cualquier otra banda del género.
¡Comenzaron enérgicos!, con un excelente manejo del escenario y del público, Óscar Tanat nos contagió con su vibra revolucionaria al sonar Mexican Wave (en mi opinión un acertado juego de palabras haciendo referencia al Dark Wave, pero mexicano ¡como no!) que se ha convertido verdaderamente en un himno que invoca rebeldía, protesta hacia la industria y orgullo por nuestras raíces.
Se escucharon y vivieron icónicas obras como, Cabaret y Macabre, por mencionar solo algunas, además de Laisse-Moi Faire donde Bram, violinista de la banda brillo por su entrañable carisma, interacción cercana con el público y por supuesto por su impecable ejecución en su instrumento y la manera tan única hacerlo.
Sumergidos entre lo etéreo y apariciones fantasmales, se pudo disfrutar de Chez toi que en la actualidad es probablemente la obra más representativa de la banda y la que les ha hecho ganar gran popularidad, inclusive fuera de la escena oscura. Se gozó no solo musicalmente, sino también del increíble performance que acompaña esta pieza, siendo cada uno protagonista de su propio momento, demostrando su tangible talento que puso a bailar a vivos y muertos. Sin duda, quien también cautivó y enamoró con su magnética participación y múltiples talentos, fue Heri Angelo Tanat, quien dio todo en el escenario, en el teclado y las secuencias, pero también con actos de baile y actuación.
Fuimos hipnotizados entre piruetas, muecas y dramatización, con sonidos vibrantes que evocaron a la perfección pasajes dignos del realismo mágico de un México colonial, de la agridulce cotidianidad del pueblo contemporáneo y la oscuridad de la cultura mortuoria de nuestro país.
La presentación fue un éxito de inicio a fin, no solo gracias al toque de pantomima y el tinte histriónico que los caracteriza, sino también por la pasión y la entrega que le imprimen a cada pieza, que indudablemente es palpable y exquisita.
Y como un regalo, en palabras de Oscar Tanat, como estreno exclusivo, tocaron por primera vez en vivo su último lanzamiento “Agua Blanca” entre visuales de H.P Lovecraft y Ctulhu haciendo su aparición en costas Oaxaqueñas.
Vivir un concierto de La bande es estar frente a unos artistas (en toda la extensión de la palabra) completos y de gran talla, que hacen magia con su arte, tanto así que nos transportan a otras épocas, dimensiones y lugares… Desde un rincón oscuro hasta un cortejo fúnebre que culmina su viaje en el camposanto, en la fiesta de los muertos, la celebración de la vida y el cruce del velo que divide ambos mundos.
Sin duda estamos frente a un proyecto que ha roto esquemas y paradigmas, que nos hace enorgullecernos de nuestros orígenes y que pone muy en alto el nombre de nuestro México.