Guadalajara recibió a Cupido como se recibe a una ex que ahora lee el tarot por Instagram: con morbo, nostalgia y una copa de vino agrio. Fue en el C3 Stage donde los sueños indie vinieron a morir rodeados de vapor de vape de sandía y juventud marchita. Los teloneros fueron Amor Tempura, un proyecto español de baladas R&B y cara de haber llorado en un Bershka. La gente los aplaudió con cortesía.
Lo que vino después fue una ceremonia de matrimonio masivo entre los asistentes y sus propias contradicciones emocionales. Cupido apareció con sus sintetizadores dulzones, autotune melancólico y esa vibra de "te quiero, pero no quiero dejar de cogerme a otras". Venían a saldar una deuda de seis años, pues la última vez que Pimp Flaco pisó esta ciudad fue con su hermano Kinder Malo en el pubertísimo experimento Dora Black, allá por el 2018.
Aquel show se sintió tan extraño, como ir a una secundaria vestido de adulto funcional. Esta vez, en cambio, el público traía barba, cuentas por pagar y ansiedad medicada.
Abrieron con Se Apagó y el efecto fue inmediato: una ola de celulares iluminando el lugar, más para grabar que para vivir. La banda parecía cómoda, demasiado cómoda. Pimp Flaco, entre canción y canción, sacó su vena de comediante involuntario cuando se topó con un simi peluche volando hacia su cara. Recogiéndolo y preguntando si el muñeco era su abuelo o quien. Nadie le respondió, pero todos rieron como si lo hubiera sido. Tal vez eso es lo que Cupido mejor hace: construir momentos tan absurdamente íntimos que parecen memes de sí mismos.
Entonces llegó el circo máximo de la cursilería: entre Almohada y El Tiempo Es Oro, se detuvo el show para una pedida de matrimonio. En pleno escenario. Frente a todos. La pareja aseguró que Cupido era "la banda con la que todos los días inician su día", lo cual explica por qué ambos parecían emocionalmente frágiles pero decididos. Hubo aplausos, lágrimas y rosas volando como proyectiles de amor tercermundista.
La banda siguió con el resto del setlist como si nada hubiera pasado: Galaxia, Continua, Sobredosis de Amor, Autoestima, Milhouse, Telepatía, hasta el combo final: 5 Senti2 y Tu Foto, himnos para todos los que han stalkeado a su ex a las 3 a.m. sentados en la barra de la cocina mientras mastican cereal seco directamente de la caja.
Cupido no busca revolucionar nada. Su misión es más honesta: ponerle glitter al colapso emocional. Y lo logran.
Lo hacen con letras que suenan a memes de Punk & Cursi, beats de pop lacrimógeno y un frontman que parece salido de un proyecto de bandcamp de mitad de los 2010's al que aún no decides si bloquear o seguir.
Esa noche, Guadalajara fue un corazón partido. Y en el fondo, todos sabían que el verdadero flechazo no venía del amor, sino de la cantidad de alcohol necesaria que alguien se metió antes de tener el valor de pedirle matrimonio a su codependencia disfrazada de pareja frente a una multitud.