Por primera vez, Guadalajara recibió la melosa marea de pop sesentero de Los Fresones Rebeldes. Pioneros del ahora llamado tonti pop y leyendas de la efervescente escena española de finales del siglo XX. La banda de Barcelona se presentó el pasado sábado 23 de agosto en el escenario de Cuerda Cultura.
A pesar de una copiosa lluvia que cubrió buena parte de la ciudad este sábado, algunas y algunos afortunados se dieron cita en Cuerda Cultura para algo que hace años sonaba inimaginable. Porque no hay duda, a pesar de las vueltas en la vida de Los Fresones Rebeldes, han sido un proyecto icónico para varias generaciones.
El guitarrista Felipe Spada lleva la batuta del proyecto fundado en 1995, al cual con el tiempo se les unió Ana Vaquero en la voz y el hijo de ambos Quinito en el bajo. Recientemente con la adición de Joan Pernil en la batería, Los Fresones Rebeldes se han transformado en un remolino de energía, emociones y, sobre todo, una tonelada de melodías encantadoras.Antes de atestiguarlo este sábado 23 de agosto, las puertas de Cuerda Cultura se abrieron para recibir a los tapatíos de Hijos de Ginebra. La corta carrera del grupo es compensada con una intensidad inusitada en el escenario.
Fue hasta poco antes de las diez de la noche que los españoles subieron a acomodarse en la tarima. Se les veía tímidos y emocionados al ser su última cita en esta mini gira mexicana de verano. Ante la sorpresa tapatía la emoción crecía. Las expectativas de una noche inolvidable y singular pronto fueron alcanzadas con la aparición de Ana y Quinito en el escenario.
Madre e hijo interpretaron un tema del proyecto solista del joven bajista.Después de este pequeño momento rompehielos, el resto del grupo subió al escenario. Acompañados de un tecladista, los cinco intérpretes dieron rienda suelta a los más de treinta temas interpretados. Y aún con tanto repertorio, resultó corto para su extensa historia en el llamado indie español.
Esa Chispa y ¿Tienes Novia? fueron de los que encendieron la mecha de la euforia entre las decenas de asistentes. Hubo tiempo incluso para algunos temas de Cola Jet Set, el grupo que Ana y Felipe crearon en los años de descanso de Los Fresones Rebeldes. Temas nuevos, como Venirse Arriba y En Visto, fueron la prueba de que, como compositores, siguen teniendo ese elixir creativo que no traiciona sus melodías tan contagiosas.
Suave y Algo Hay elevaron los gritos, aunque sin duda la canción que levantó los mayores cánticos fue Al Amanecer. Los Fresones Rebeldes aprovecharon el cántico a tope para engolosinar a su audiencia con ¿Por Qué Me Tengo Yo Que Enamorar?.
Sin embargo, lo que parecía eterno en algún momento tenía que parar. Después de sus treinta canciones prometidas, la banda española se despidió con una más a la lista, un cover inusual a Teenage Kicks de los británicos The Undertones.
Sorpresas que dieron punto final a su set, pero no así a la convivencia con la cual el grupo de Barcelona consintió al público de Guadalajara. Siempre interactuando y siempre dando algo más para divertir a su audiencia, Los Fresones Rebeldes serán recordados como aventureros musicales que no temen ser melosos e ingenuos, siempre y cuando conserven su hermoso sentido de celebrar la vida y el amor.