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11 Aug
Ofrece Lindsey Stirling noche mágica para sus fanáticos en Guadalajara

¿En verdad los conciertos meramente instrumentales únicamente son memorables cuando están a cargo de una orquesta filarmónica con música de siglos pasados? 

El pasado 06 de agosto, la multifacética artista Lindsey Stirling demostró que con la sencillez de tres instrumentos se pueden generar experiencias mágicas que los asistentes recordarán por mucho tiempo. Ante un Auditorio Telmex que registró una gran entrada, la violinista estadounidense se presentó nuevamente en Guadalajara después de varios años de su último concierto en nuestra ciudad. Y de la mano del Duality Tour, lo hizo como las grandes.

En punto de las 9:15 de la noche, las luces del recinto se apagaron y se empezó a escuchar el sonido del característico violín de Stirling, quién apareció por delante de un telón blanco en donde se proyectaron las sombras de un baile con una coreografía perfectamente ejecutada. 

Al culminar la primera canción, y como si fuera un acto de magia, Stirling cambió de vestuario frente a nosotros a la par de que caía el telón y revelaba la escenografía preparada para la velada, con su guitarrista y baterista en los extremos del escenario.

“¡Guadalajara, los extrañé!”, dijo Stirling en un momento de pausa, en el que explicó que en años recientes intentó varias veces agendar su visita a nuestra ciudad hasta que por fin lo logró. En cada intervención hablada, la violinista siempre se dirigió de manera entusiasta a su público y se mostró agradecida con los asistentes.

Con una interpretación que fue más allá de su habilidad en el violín, Lindsey mostró su habilidad en danza acrobática y en danza coreografiada. Y todo al mismo tiempo. En más de una ocasión, pudimos observar a la artista en lo más alto de alguna tela o un aro que colgaban del techo.

Temas como Shatter me, Kintsugi, Crystallize, Untamed, Firefly, Elements, Evil twin, Serenity now y Between twilight fueron parte del extenso repertorio que presentó Lindsey y su banda ante los asistentes del Auditorio Telmex. Gracias al juego de luces y las coreografías, cada canción mostraba una experiencia casi inmersiva y en varias ocasiones simplemente había que cerrar los ojos y dejarse llevar por la magia del sonido.

La noche cerró con una fotografía de 360° en la que Lindsey salió junto a su audiencia, que simplemente estallaron en júbilo y aplaudieron la entrega de la multifacética artista. 

No todos los días podemos disfrutar un concierto como el de Lindsey Stirling, pero cuando se presente la oportunidad hay que aprovecharla y agradecerle por su entrega en el escenario.

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