El pasado 7 de mayo, el Auditorio Telmex en Guadalajara se convirtió en sede del regreso de Paulo Londra, uno de los referentes más queridos de la música urbana latinoamericana. Con un show completamente sold out, Londra ofreció una presentación inolvidable, cargada de visuales impactantes, emociones sinceras y una conexión única con su público.
La velada arrancó con un momento profundamente emotivo: un video proyectado en un enorme cubo escénico mostraba fragmentos de la vida del artista al ritmo de “HOME RUN”. De pronto, la imagen se distorsionó, sonó una alarma, el cubo se apagó… y de lo alto emergió Paulo cantando “Sin Cadena”, dando inicio a una noche cargada de fuerza simbólica.
Cada canción tuvo su propio universo visual. Desde luces azules y espinas para “Romeo y Julieta”, hasta fuego en la proyección de “Forever Alone”, donde Londra apareció sentado, solo, iluminado por las llamas digitales y una luz directo hacia el. En “Cuando te besé”, los visuales proyectaron besos al compás de la canción, mientras que en “Party en el barrio”, el escenario se transformó en un bosque nevado, combinando lo urbano con lo fantasioso.
Uno de los momentos más íntimos y potentes fue cuando Londra expresó: “Guadalajara, esperé mucho tiempo para contarles mi versión”, justo antes de interpretar la canción con el mismo nombre, uno de los temas centrales de su EP VERSUS creada como reflexión sobre su historia, su conflicto legal pasado, su crecimiento personal y su reconciliación con su identidad artística.
A lo largo del concierto, subía y bajaba del cubo para estar cerca del público, haciendo señas de corazón con las manos, agradeciendo constantemente y dejando claro lo agradecido que estaba. Durante el intermedio, organizó su icónica competencia de tiros de baloncesto con fans del público, siendo el primero en hacer tiros hasta encestar, lo curioso fue que todos fallaban hasta que el público gritaba “¡Sí, se puede!”, y ahí era cuando encestaban.
El repertorio fue un recorrido por toda su trayectoria: desde los clásicos como “Solo pienso en ti”, “Nena Maldición”, y “Adán y Eva”, hasta los nuevos temas como “PVSL”, una canción que representa el enfrentamiento simbólico entre el Paulo del pasado y el de hoy. En “Relax”, revivió imágenes de su infancia, y cerró con “Gracias”, homenajeando a su público con un emotivo mensaje: “Agradezco eso que nos une: la buena música, la buena gente, la buena vibra, loco.”
Como siempre, Londra lució su icónica camiseta con el número 23, en homenaje a Michael Jordan y como símbolo de fuerza, identidad y renacimiento. Cerró la noche con una foto frente al público, para después cantar “Adán y Eva” este día sin duda fue un reencuentro con el verdadero Paulo Londra.
Gracias por leer nos vemos en un próximo concierto (: