Powerwolf desató la locura en Guadalajara el pasado 24 de abril de 2025, con una presentación épica en el Teatro Estudio Cavaret de Zapopan. Como parte de su esperado tour "Latin American Crusade 2025", la banda alemana presentó en solitario su nuevo álbum "Wake Up The Wicked", dejando claro por qué son una de las agrupaciones favoritas del power metal mundial.
Desde horas antes del concierto, los alrededores del Teatro Estudio Cavaret se llenaron de fans ataviados con túnicas, maquillajes pálidos y disfraces de monjas, listos para ser parte de una ceremonia oscura y energética. El ambiente era eléctrico: risas, gritos y cantos vikingos anticipaban una noche inolvidable.
Entre aullidos y vítores, Powerwolf arrancó su actuación con el potente tema “Bless 'em With the Blade”, seguido de “Incense & Iron”, presentado de manera teatral por Attila Dorn, quien portaba un incensario que impregnó de misticismo el escenario.La conexión con el público fue inmediata. Attila, con un carisma arrollador, interactuó en un español sorprendente: lanzando bromas, orquestando coros y desatando gritos salvajes entre los asistentes. Cada miembro de la banda, en especial los guitarristas, vibraba junto al público, reforzando la intensa energía que dominó toda la noche.
No todo fue intensidad: también hubo instantes de comedia y camaradería, como cuando Attila bailó con el tecladista Christian Jost ("Falk Maria Schlegel") o animaron al público a participar en coreografías improvisadas.El clímax llegó con temas icónicos como “Army of the Night” y “Dancing With the Dead”, coreados con pasión. El setlist incluyó joyas como “Sinners of the Seven Seas”, “Amen & Attack”, “Armata Strigoi” y “1589”, confirmando una vez más el poderío de Powerwolf en vivo.
La puesta en escena complementó perfectamente la propuesta musical: grandes imágenes de hombres lobo con túnicas y colmillos en alto decoraban el fondo, creando un ambiente de fantasía oscura ideal para la experiencia.Después de dos horas de espectáculo imparable, el público pedía más... y Powerwolf respondió entregando un cierre apoteósico que dejó a Guadalajara sedienta de más metal.
Fotografías por Alan Navarro en colaboración con Lado Obscuro de la Luna