EL RITUAL BLASFEMO DEL ANGEL CAÍDO LLEGÓ A GUADALAJARA

Una noche memorable es la que se viviera el pasado 21 de agosto, la legendaria agrupación de Black/Death Metal, BLASPHEMY, pioneros del War Metal, llegaron a plagar el C3 de su ensordecedor poder, los tuvimos en tierras jalisquillas gracias a su MEXICAN TOUR OF DOOM.

Los canadienses hicieron presencia en el escenario con la imponencia característica de sus miembros, entre picos, máscara de gas, war paint y cabezas rapadas, saludaron al público con el puño al aire mientras sonaba el Intro de War Command, seguido inmediatamente del sonido estridente de Blasphemous Attack, con esa crudeza tan inconfundible del género. Entre guturales demoniacos, riffs rápidos y reverberantes y claro, el esperado ❝ tupa, tupa❞ endiablado de la batería, la gente se avivó de inmediato.

Los potentes growls del vocalista provocaban que el público explotara de efusividad, headbanging, ❝ garras❞ y manos cornutas es lo que se podía ver en el recinto, pero sin duda cuando la adrenalina por fin se desbordó, se armó el Slam, que por supuesto no podía faltar en tan magno evento.

La atmósfera era tenebrosa y oscura, pero con ese toque bélico y de furia que los distingue de otras bandas del género.

Grandes himnos fueron tocados en el ritual infernal, pudimos escuchar Nocturnal Slayer, Emperor of The Black Abyss, así como Demoniac por mencionar algunos, además de disfrutar, por supuesto, de su afamado álbum FALLEN ANGEL OF DOOM, que fuera objeto principal de la gira.

Entre ovaciones y gritos de furor, finalmente concluyeron la reunión de culto, despidiéndose con Ritual. Iglesias ardiendo y mórbidas plegarias, así es como concluyó la misa negra.

Asistir a un concierto así te libera de las pesadas cargas de la cotidianeidad, te lleva a expulsar tus más fuertes emociones y te obliga a canalizarlas a través de la adrenalina y el poder que te provoca sentir la música, recargándote de energía renovada.

Fue una noche épica gracias a estas grandes leyendas, incluso la nostalgia fue palpable al escuchar el clásico sonido bruto que ya no es tan escuchado en la actualidad, pero que sin lugar a dudas se asienta como base firme en las raíces de quiénes disfrutamos del metal en todas sus variantes.

El metal más extremo y  BLASPHEMY prevalecen.